El tóner y el tambor son dos piezas fundamentales e imprescindibles en las impresoras láser para un óptimo proceso de impresión. Si bien existen impresoras en las que estos dos elementos están integrados en un único consumible (cada vez que se cambia el tóner, se cambia el tambor), lo más usual es que estos dos componentes sean piezas independientes que necesitan ser sustituidas cuando corresponda.
Por ello, el tambor de una impresora debe cambiarse cuando presenta señales de desgaste o ha alcanzado su vida útil, lo cual puede variar según el modelo de la impresora y el uso. Algunas señales que indican que es hora de cambiarlo son:
1. Aviso del sistema
Muchas impresoras modernas te avisarán con un mensaje en la pantalla o en el software que el tambor está llegando al final de su vida útil.
Este aviso suele venir acompañado por un contador de impresiones que lleva la impresora.
2. Calidad de impresión deficiente
Manchas, rayas o puntos repetidos en las páginas impresas.
Colores desvanecidos o inconsistentes, especialmente en impresoras láser a color.
Fondos grises o negros en lugar de páginas en blanco.
3. Pérdida de definición
Los textos o gráficos impresos empiezan a verse borrosos o menos definidos de lo habitual.
4. Vida útil específica
Generalmente, los tambores tienen una vida útil específica indicada en el manual de la impresora (por ejemplo, 10,000 o 50,000 páginas).
Si notas que estás cerca de ese límite, es un buen momento para prepararte para reemplazarlo.
5. Inspección visual
Si desmontas el tambor y notas desgaste visible, como líneas o daños en la superficie del cilindro fotosensible, es probable que necesite un reemplazo.